La enfermedad nunca es una afección localizada que se pueda desligar del ser humano que la padece, el tumor no es el cáncer, el tumor es sólo un síntoma del cáncer. Enfocar la enfermedad sólo como tal, sin tomar en cuenta el propio organismo en su totalidad, se revela a menudo poco eficaz, "no existen enfermedades, sino enfermos".
Nuestro cuerpo responde a lo que ingerimos y ésto puede ser medicina (alimentos vivos y naturales) o veneno (comidas y jugos industrializados) y éstas a su vez afectan nuestras emociones que trabajan directamente sobre la condición corporal, donde se crea un círculo continuo positivo o negativo, depende de lo que comamos. Estamos hechos de los que "comemos" (alimentos y emociones).
Dentro de la alimentación ponemos a consideración algunos consejos para corregir nuestra alimentación:
- Cuidado con las grasas que consumimos diariamente, son necesarias para nuestra supervivencia, pero hay que elegirlas de calidad: aceites de primera presión en frío de cultivo biológico.
- Precaución con la cantidad y la calidad de los azúcares que tomamos: elegir siempre aquellos de índice glicémico bajo y que nos proporcionen algo más que calorías vacías.
- Conseguir que cada día la mitad de los alimentos que tomemos sean "crudos" y frescos, y si es posible de cultivo biológico: frutas, hortalizas.
- Volver a tomar los cereales y las harinas integrales, el pan es un buen alimento necesario especialmente en los períodos de crecimiento.
- La dieta equilibrada es la dieta variada, no seamos monótonos en nuestras comidas porque ello nos llevará, además de la aburrimiento, a la desnutrición.
- Consumir cotidianamente ciertos alimentos, por ejemplo aceites de primera presión en frío.
- Debemos reducir o incluso prohibir el uso de ciertas sustancias, así por ejemplo la margarina que se trata de una grasa artificial que se obtiene por la manipulación (hidrogenación) de los aceites vegetales.
En Líbera trabajamos con una dieta específica para cada tipo de naturaleza de nuestros pacientes, de esta manera estamos corrigiendo y empezando el proceso de sanación.